miércoles, 16 de enero de 2008

Tanto tomo de teoria


Pablo cree en la esencia del hombre, en tierras firmes y necesarios metarrelatos.

Francisco con inusitada pasión defiende la inexistencia de la esencia, de las naturalezas, de todo lo que pervierta la voluntad nietzscheana.

Pablo es un iluso, un buen cabro, enamorado y creyente.

Francisco por su parte es un iluso también, pero se revuelca y revuelve en sus ilusiones.

Ambos sostienen la palabra como compañera y adoran los mismos dioses, uno el clásico, el otro el posmoderno.

Desde lejos mira la mujer de Pablo digiriendo una conversación pesada, que no comparte mucho.

Entre estos, paciente y casi sin aliento, escucha el café, con reserva mira de reojo las comisuras amenazantes de sus labios.

Pasados unos minutos se esfuma, llevando, o mejor, cargando con las boludeces consignadas. Tanto tomo de teoria lo ha cansado, se ha revelado, inestable, despreciando a su aburrida compañia.

Pobre, casi siempre habita en la áspera zona de la teoría, por lejos, se lleva la peor parte de todo esto.

3 comentarios:

aContraCultura dijo...

Jajajajaja
sencillamente notable.
aunque como ya dije, algo torcido por su autor. jejeje

mi relato parece ser más acorde con la realidad, es una adaptación del tuyo, claro esta.

un abrazo.

Pablo "verdad inamovible" Adasme.
jajaja

aContraCultura dijo...

ah!
demas esta decir
que hoy disfrute mucho la junta.
y ruth tambien, aunque ella
tenga otros modos para expresarlo,
como la gesticulacion por ejemplo.
jajajaja

zombie dijo...

sí, es mejor conversar con platos...
con tanto lavaloza no escuchan muy claro y no pueden contradecirte

;)